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¿Se han imaginado cómo va a ser el fin del mundo, qué hay más allá de la muerte, o si por el contrario, el mundo jamás se va acabar? Para los supersticiosos, escépticos, creyentes o no, MALLPOCKET le cuenta esas teorías apocalípticas, señales y mitos, para que después no diga que no se le avisó.
Para algunos, el apocalipsis es perder cinco materias de seis matriculadas, no tener plata para ir de rumba el fin de semana, que se le quede el smartphone en la casa o que lo(a) deje el (la) novio(a), pero ese no es el fin del mundo al que nos referimos, estamos hablando de ese momento en donde todo va a desaparecer, donde habrá llamas, zombis, enfermedades, truenos, sismos, relámpagos, huracanes, tsunamis, temblores y más.
Las teorías acerca del fin del mundo se han ido transformando con el paso de los años, y a medida que todo se transforma surgen nuevas amenazas que apuntan a exterminar la humanidad. Siempre ha estado latente el fin asociado al Apocalipsis bíblico, tesis que en un tiempo tuvo más fuerza que ahora, pero algunos creyentes siguen atentos a la señales como rumores de guerras, hambrunas, epidemias, terremotos, días más cortos, ciencia humana en aumento, entre otras cosas. Según esto, el fin está cerca, pero no se sabe cuándo será.
Otros menos religiosos esperaban el fin el 21 de diciembre de 2012, gracias al auge de la profecía Maya. Muchos se prepararon, vendieron sus pertenencias, se arrepintieron de lo malo que hicieron en la tierra, otros simplemente no creyeron e hicieron burlas en sus redes sociales. Medios de comunicación fueron a cubrir el evento, entre esos nosotros. Tanto fue el ruido, que dedicamos una edición para eso, por allá empezando el 2012, por si la cosa resultaba cierta. Al final solo fue un mito, y acá seguimos echando el cuento.
Por su lado, la Universidad de Oxford realizó una investigación con el apoyo de matemáticos, científicos y filósofos en la que expone las diferentes versiones de cómo se puede acabar el mundo. Las pandemias y los desastres naturales son unas de las mayores amenazas. Un ejemplo es el virus AH1N1, conocido popularmente como ‘gripe porcina’, el cual cobró cerca de 19 000 vidas alrededor del mundo, y en su momento fue tildada como la primera pandemia del siglo XXI, según la Organización Mundial de la Salud. Al final todo se pudo controlar.
Lo más reciente fue el Ébola, que dejó cerca de 3000 víctimas. El virus generó controversia en la web, pues circuló la carta de un africano que afirmaba que la enfermedad la llevaron personas de la Cruz Roja y solo se infectaban a quienes se les aplicaba una supuesta vacuna. A pesar de que ha habido epidemias graves, los investigadores afirman que para que esta sea la causa del fin de la humanidad, debe ser mortal, infecciosa y con largos períodos de incubación, como el VIH.
Otro de los motivos por los que el mundo se puede acabar es por el impacto de un asteroide o el choque del supuesto planeta Nibiru, que según la NASA no es más que una mentira que ha tomado fuerza y ha aterrorizado a muchas personas. Es por ello que David Morrison, director del Centro Carl Sagan, tuvo que realizar una conferencia con seis científicos más para desmentir esta teoría del fin, expresando su preocupación por los más de 5000 correos electrónicos que recibe al día, en la mayoría de jóvenes que afirman no comer, ni dormir por la angustia e incertidumbre.
Hay situaciones por las que ya ha pasado la humanidad y ha sobrevivido, pero hay otras de las que no se sabe qué puede pasar, si las cosas se saldrán de las manos y podemos resultar siendo víctimas de nuestros propios inventos. Nos referimos a la nanotecnología que hoy en día es útil para la ciencia, pero los expertos de Oxford afirman que si se le llegara a dar un uso bélico sería altamente destructiva. Lo mismo pasa con la inteligencia artificial que va creciendo a pasos agigantados y los robots que podrían superar la inteligencia humana.
El físico Stephen Hawking también ha expresado que los avances en la biología pueden ser un peligro, al ser imposible controlar todos los laboratorios del mundo en los que se hace ingeniería genética y en medio de tanto experimento se pueda llegar a crear un virus que acabe con la humanidad. Y asegura que cada vez estamos más cerca del fin, es por eso que según sus cuentas a la humanidad no le queda más de 1000 años. Son muchas las teorías acerca del fin del mundo, que si se acaba o no, no lo sabemos; qué cuándo será, menos, ni idea; quesi está cerca, puede ser. Científicos de la Universidad de Chicago crearon El Reloj del Apocalipsis o del Fin del Mundo en 1946 para simbolizar lo cerca que estamos de autodestruirnos. Según esta alerta, la medianoche significa el fin, cuando se creó faltaban 7 minutos para las 12. En todos estos años se ha movido 18 veces, en 1953 fue el momento en el que ha estado más cerca al fin del mundo cuando Estados Unidos y la URSS decidieron crear sus propias bombas nucleares. Y en 1991 es el año en el que ha estado más lejos del apocalipsis con 17 minutos. El último movimiento se realizó a inicios de 2015 quedando a 3 minutos del fin.
Muchos creen que todo va acabar algún día. Una referencia de esto es un estudio de Ipsos Global Public Affairs que entrevistó a más de 16000 personas de 20 países acerca del fin del mundo y según los resultados, una de cada siete personas piensan que el fin se producirá durante su vida . Y las personas que más creen en que el apocalipsis está cerca son los chinos, turcos, rusos, mexicanos y surcoreanos, los menos creyentes son los belgas e ingleses. Y ojo a este dato, las personas que le tienen más miedo al fin, son menores de 35 años.
Otros, simplemente bromean con la posibilidad del fin. Pero mientras vemos qué sucede, tiembla en el país y hacemos bromas en redes sociales, nos divertimos viendo películas y series que nos aproximan y dan una noción de lo que podría ser ese supuesto apocalipsis. Pero si por un momento pensamos qué pasaría si fuéramos uno de los protagonistas de The Walking Dead o de la película 2012, ya la cosa no suen tan emocionante. Por eso si se va a dar un final, vivamos y aprovechemos cada momento, para cuando el día llegue nos coja sin remordimientos.
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