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Super Héroes

25 septiembre, 2012 by MallPocket Leave a Comment

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Desde tiempos inmemorables ha existido el concepto de una plenitud colectiva producida por un sujeto que, valiéndose de sus dones o de la casualidad, ha sabido ponerse al servicio de una sociedad que a gritos pide justicia: el héroe. Este personaje idílico ha estado presente en los mitos y leyendas, donde siendo una persona común y corriente, sobresale gracias a su exacerbada virtud, gallardía y valentía; o también debido a habilidades extrasensoriales que obtiene fruto de la casualidad.

Están aquellos que de forma anónima velan por el bien y la justicia, otros que quieren cobrar venganza y algunos más -casi todos-  a quienes los fieles a las teorías de la conspiración  les han encargado la misión de asumir roles políticos e históricos,  que quizás no son más que el deseo infinito del mundo por encontrar esperanza y salvación.  Con la inclusión del dicho arquetipo del héroe en el circuito comercial del cómic, se ha construido el concepto de “superhéroe”: un sujeto especial que por encima del reconocimiento personal logra esconder su identidad: nos identificamos con el que en vida real es taimado y asocial, pero salva al mundo secretamente detrás de un disfraz. Legalmente el término superhéroe solo se debe usar al referirse a personajes creados por DC Comics o Marvel Comics.

El superhéroe fue tomado por la juventud excluida como un modelo a seguir, pues representa al hombre virtuoso que es capaz de enfrentar sus debates y traumas personales para dejarlos sepultados en función de su rol de salvador. Es un enemigo del crimen que evoluciona en varios estadios buscando establecer el orden social usando su facultad de extraordinario, ya sea proveniente de una mutación o un estatus de poder frente al resto de la sociedad.

La idea del superhéroe tiene su origen en el mundo de los cómics, los más populares creados por dos empresas que siguen disputándose la corona hasta nuestros días, DC y Marvel Comics. Marvel Comics fue fundada en 1939 por un joven empresario llamado Martin Goodman quien poco tiempo después de crear su empresa dedicada a los cómics contrató a Stanley Martin Lieber, más conocido como Stan Lee, creador de superhéroes como Spiderman, Los 4 Fantásticos, Capitán América, X-Mmen, el increíble Hulk, entre otros. Stan Lee sería el guionista que catapultaría hacia el éxito a la casa editorial, convirtiéndose en una celebridad en el mundo de la cultura pop norteamericana.

DC Comics fue fundada en 1934 bajo el nombre de National Allied Publications. En 1937 pasó a llamarse Detective Comics, casa editorial que tuvo su auge o edad dorada durante toda la década de los 30. Se les conoce como los pioneros de los superhéroes, creadores de héroes como Batman, La Mujer Maravilla y su personaje emblema Superman, un héroe accesible de carne y hueso que proviene de un planeta llamado Krypton y que fue creado en 1932 por Jerry Siegel y Joe Shuster. Superman debió cambiar su identidad a Clark Kent, so pena de ser un sujeto con apariencia humana y de carne y hueso, es un extranjero adoptado en Norteamérica. Para muchos es el ícono de los superhéroes en el mundo, pues además de sus poderes extraordinarios, es el fiel reflejo de un inmigrante integrado a Norteamérica, un individuo modelo.

Resulta curioso que los primeros creadores de cómics eran sujetos que provenían de clases trabajadoras y querían a toda costa superar los rezagos de la gran depresión. No es extraño que estos individuos pudieran trabajar bajo una clara intención emancipadora, así esto les costara extremas jornadas de trabajo. De ahí que muchos hayan desarrollado personajes con habilidades más que inmarcesibles, sobrehumanas, pero también muy concretas a pesar de reconocer que el primer súper poder que muchos querían era el dinero.

En uno de esos arranques, en 1939 Bob Kane debutaría con un personaje cuya única habilidad es la de contar con mucho dinero y muchos traumas: Bruce Wayne, más conocido como Batman. Un héroe oscuro y nocturno que en principio no fue pensado así, sino como un vengador filántropo que debía proteger su fortuna y además vengar la muerte de sus padres. Al igual que Superman, Batman también obedece a un proceso mental de equilibrio entre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo según su universo mental. Para humanizar a este posible asesino, decidieron darle un carácter más paternalista incluyendo a un joven que también pasara por un trauma similar al ver morir a sus padres. De ahí la inclusión de otro concepto: el ayudante del superhéroe, que en este caso sería Robin, o mejor conocido como Ricardo Tapia.

Para la época se presumía que DC Comics contaba las mejores historias, pero Marvel alardeaba de tener las ideas más excéntricas. Lo cierto es que ambas empresas pasaban por los mismos flujos creativos y de diseño, pues se dice que primero se dibujaban las viñetas y los personajes en diversas situaciones antes que el argumento, buscando distintos flujos creativos que pudieran aportar los escritores.

Detrás de la construcción del superhéroe se tejieron intereses políticos, pues para la época Estados Unidos ya tenía sendas posiciones sobre las guerras en las que el mundo podía desintegrarse. No es extraño por eso que a principios de los años 40 se vieran a muchos superhéroes atacando de frente al naciente nazismo y a Adolfo Hitler, quien en diversas publicaciones se veía siendo castigado por los héroes americanos. Seguramente fue por eso que el Joseph Goebbles, ministro de propaganda nazi tildara a Superman de judío.

Los cómics y los superhéroes empezarían a ser el material profético de entretenimiento bélico con el que las tropas americanas alimentaban su nacionalismo y además sintonizaban al país entero con los intereses del Gobierno americano. Tal vez es por eso que no hay historietas donde los japoneses, rusos, comunistas y hasta árabes triunfen, pues Estados Unidos los fabricó también para alimentar el imaginario de estabilidad que la industria cultural expandiría en sus contenidos.

Detrás del superhéroe hay una idea intrínseca de salvación y propaganda que generó que muchos leyeran esto como elementos fascistas donde la fuerza resuelve todo. Tal vez por esa y otras razones que el psicólogo y escritor William Moulton Marston le propondría en 1941 a DC Comics la inclusión de una heroína feminista, la Mujer Maravilla. Se dice que Diana Prince es una princesa amazona que decide quedarse en la tierra para ayudar a protegerla usando una apretada trusa de colores americanistas.

Los superhéroes no serían lo que son sin sus disfraces y dispositivos, fetiches desarrollados para alimentar creativamente las narraciones y darles soluciones a sus dilemas. Un disfraz aparte de la forma de esconder la identidad real, le otorga al héroe la opción de usar sus dones y hacerse un objeto que se distingue de otros de su especie.

Hay un punto en que los elementos culturales de cualquier sociedad entran a ser cuestionados por su relevancia y pertinencia, en un intento maniqueo de leerlos desde el bien y el mal. En la década de los 30, los superhéroes eran tildados de rebeldes y justicieros, pero en los 40 eran patriotas en búsqueda de sentar precedentes en todo un país. Para los años 50 ya era claro el tremendo espectro de influencia que los superhéroes tenían en los niños, así que fueron tildados de mala influencia debido a constantes confesiones de psicópatas y asesinos que aseguraban que leían historietas como forma de entretención mientras planeaban sus crímenes

Actualmente el superhéroe o el villano puede ser usted, a estas dos figuras antagónicas los guionistas de diferentes formatos los han aterrizado, los héroes se sienten más cercanos, deben tener gustos definidos, debilidades, amores y enredos familiares. Ser héroe podría ser su próximo trabajo.

 

 

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