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Ay Dios, qué lindo retomar esto de escribir. Suelo ser olvidadizo y, bueno, ya vamos para dos años lejos de esta industria que saben que tanto me apasiona; no es fácil recordar, en los devenires del día, que hay motivaciones mayores que la cotidianidad.
¿Me siguen en redes sociales? ¿No? Deberían (@camarfre en Instagram y @Doblepersona en Twitter). ¿Por qué deberían? Bueno, allá armamos conversaciones sobre lo que la moda significa, en esa cotidianidad a la que le huyo en estos textos. Y en una de esas conversaciones surgió el tema del post de hoy: colecciones en colaboración.
No cualquier colaboración, aclaro, en este post hablaremos de las cuatro propuestas más fuertes que hallaremos en el mercado colombiano, desde ya hasta final de año, y por qué vale la pena tener una prenda de diseño a precios que, tanto usted como yo, podemos pagar sin empeñar ningún órgano.
Comencemos por entender cómo funciona el sistema de moda colombiano, desde una perspectiva que yo me inventé, dividida en cinco sectores diferentes. Por un lado, y en un inicio, tenemos al Gran San, que es el modo en que la verdadera moda masiva de este país sucede los miércoles en la madrugada, en todo el perímetro de San Victorino, lo que conocemos como industria de moda masiva colombiana. Luego vienen las marcas que le apuntan a la moda masiva con concepto, tal vez un Seven Seven, un Arturo Calle y un Gef, que buscan adaptar todas las tendencias internacionales a nuestro mercado, siendo igualmente globales en nuestro territorio.
Pasamos de ahí a las marcas premium, que buscan ofrecer a un mercado mucho más reducido una serie de prendas con un estándar de calidad mucho mayor, caso Chevignon; llegando así al mercado de diseño. Donde tenemos en la punta de la pirámide al sector de nuevo “lujo” (prometo que algún día hablaremos de qué significa lujo), con marcas como Silvia Tcherassi y Johanna Ortiz, producidas en Colombia y muy fuertes en el mercado internacional, y cerramos con un punto previo que suelo conocer como “diseño independiente”, un sector al que le ha costado tomar forma en los últimos años.
En el mercado internacional hay un par de facetas menos, pero en este post hablaremos solamente de dos: el mercado de lujo y el fast fashion. Fast fashion lo relacionamos con la manufactura china y barata de Zara, asequible y accesible; y mercado de lujo lo relacionaremos con Chanel y Dior, prendas con un estándar de calidad y diseño altísimo, con precios que rondan los U$5.000.
¿Qué es una colección de colaboración? Es cuando los de la punta, mercado de lujo, deciden que quieren diseñar bajo el estándar y marca de los de abajo, fast fashion. Es por eso que veremos grandes nombres del diseño, con precios asequibles en comparación. Échenle una googleada a Balmain x H&M y entenderán uno de los mejores casos de éxito de estas ideas comerciales. Democratización de la moda, que llamamos, accediendo sin mayor dificultad de todo tipo, a prendas que nos costaría mucho comprar.
Sin dar mayor carreta académica del tema (que aguanta para otra entrada y que ya fue más que suficiente) hablaremos de cuatro propuestas que vimos o veremos en el mercado nacional, donde una de las principales grandes superficies lleva un par de años adaptando este concepto (acá veremos cuando hablamos de la más grande que han lanzado).
SOY para Arkitect: Comencemos por mi favorita, la firma SOY (que ya me sacó varias lágrimas en pasarela) se asoció con la marca femenina del éxito y lanzó una colección llena de color, viajes por Colombia, feminidad y una amplia gama de accesorios que le permitirán tener en sus manos una prenda de este dúo de maestros del diseño en Colombia: Diego Guarnizo y María Luisa Ortiz (y se los conté en mi primer post de Básicamente).
Karl Lagerfeld para Falabella: después de Colombia Diseña, una iniciativa de esta marca que fue de las pioneras en colaboraciones, Falabella dejó de explorar el mercado de diseño para ofrecer algún tipo de alianza, esta vez, se alineó con la marca del diseñador alemán para crear una cápsula llena de básicos (bastante simples, la verdad) que se pueden conseguir en todas las tiendas de Falabella de Latinoamérica. Esta colección abarca básicos como las camisetas estampadas, buenos jeans, chaquetas muy rockeras y vestidos de fiesta, demuestra por qué Karl Lagerfeld es un ícono per se. ¿Por qué? Bueno, el man a sus ochenta y tantos dirige creativamente tres casas de moda (Chanel, el epítome del lujo; Fendi y Karl Lagerfeld, su marca propia), su traje, gafas de sol y cola de caballo completamente blanca nos recuerda la historia de uno de los personajes que construyó muchas de las ideas de la moda occidental, desde el revolcón de Chanel por allá en los cincuenta.
Erdem para H&M: Si queremos hablar de experticia para colaborar, H&M se lleva el título con las colecciones más grandes de diseño en un retailer (googleen esto que lo necesitaremos más adelante). Después de colaborar con casi todos los diseñadores más importantes de este siglo (Cavalli, Karl Lagerfeld, Versace, Balmain, Kenzo y Maison Martin Margiela), esta vez se arriesgan por uno de los británicos más románticos en muchísimo tiempo. Los estampados florales y la hiperfeminidad definen esta marca, que será la primera en distribuirse en Colombia. No sé el rango de precios, que en tasa de cambio suele ser más elevado de lo que pueden ser los dos anteriores, pero será un ejercicio importante ver cómo la gente en Colombia puede se relacionará con marcas de lujo que no son fáciles de reconocer en este país.
Pink Filosofy para Arkitect: El que es caballero (wait, what?) repite, y Arkitect lanza su segunda colección en colaboración en un mismo año. Y esta vez, también repite marca. Volviendo al 2013, donde se lanzó la primera colección de Arkitect y Pink Filosofy, esperamos de ésta una colección más pulida y un mercadeo mejor optimizado que la versión anterior. El Éxito ha sabido demostrar que el aprendizaje se da en la experiencia, y contaron esta vez con una de las marcas de Johanna Ortiz, la diseñadora mejor posicionada en el país (y de quien suelo hablar muchísimo). Para esta, con la que cerraremos año, comercializada desde el 26 de noviembre, esperaremos a su pasarela en B Capital, y juzgaremos con mejor criterio. Muchas prendas básicas, ligeras y románticas es mi primer veredicto.
Aclaro que sólo las colecciones internacionales tienen prendas para hombre, Erdem se estrenará en el público masculino junto a H&M, y la cápsula de Karl Lagerfeld tiene muchos jeans y camisetas que valen la pena. Pero de todas las colecciones de Arkitect (204 con Camilo Álvarez, 2016 con Olga Piedrahía y 2017 con SOY) he hallado buenos accesorios que un man puede usar. Piérdanle el miedo a echar un ojo en la sección femenina de las tiendas en las que compren.
Y sin extenderme más, porque una vez más se me fue la mano, ¡nos vemos pronto en el mismo link!
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