Probablemente cuando usted oye el nombre “Dago García” se le viene a la mente diversas telenovelas, películas y obras que han marcado a la audiencia colombiana, y es que ha sido ganador de distintos premios India Catalina, Simón Bolívar, Tv Y Novelas, entre otros. Su imaginación como libretista, productor, director y comunicador le han valido para consolidarse y posicionarse en la industria del entretenimiento. Por esta razón en MALLPOCKET tuvimos una charla con Dago García y aquí se la dejamos.
- ¿Qué es lo mejor de escribir telenovelas?
Es la posibilidad de entrar en contacto con millones de personas. De una u otra manera las telenovelas son “cuentos” interactivos, se escriben prácticamente en complicidad con los televidentes y eso hace que tengan un particular encanto. Además me gusta mucho tener tanto espacio (120 horas) para contar una historia. No existe otra expresión dramatúrgica que tenga esas posibilidades y esto le abre posibilidades estéticas que bien aprovechadas pueden dar placer no solo para quien las ve sino para quien las escribe.
- ¿Qué se viene para la televisión colombiana en los próximos 10 años?
Yo creo en un cambio fuerte en los formatos, todo tendiendo a lo que los teóricos postmodernos llaman los “mestizajes”. Habrá telenovelas con narrativas de serie, series con elementos de telenovela, realities con dramaturgia, etc. Los géneros y los formatos como los conocemos van a sufrir, y están sufriendo, fuertes transformaciones. También creo que habrá, y está pasando, transformaciones en la manera en que se programa la tele.
- ¿Qué historia de amor no ha podido contar?
Un guion de cine que escribimos hace algunos años con Luis Felipe Salamanca y que es la historia de una mujer ciega y un pianista. Una verdadera historia de amor y sensibilidad.
- ¿Qué es el amor para usted?
Es la fuerza que mueve al mundo y en mi caso particular es la principal materia prima de mi trabajo. No conozco en la televisión, en el cine o en el teatro de entretenimiento ningún éxito que no tenga en su interior alguna gran historia sobre el amor y sus múltiples manifestaciones.
- ¿Cómo ha evolucionado el melodrama con los nuevos medios interactivos?
Han completado un proceso de modernización que ya había empezado la telenovela colombiana. El contacto directo con la gente le va añadiendo al género elementos de contemporaneidad. Por ejemplo la revaloración de la sexualidad femenina, el valor del trabajo como generador de progreso, la tolerancia y aceptación de la diversidad. En conclusión, han hecho que el melodrama haga eco de su época y esto le garantiza mucho más tiempo de vigencia.
- ¿Por qué se decidió a ejercer su profesión en el campo de creación de historias?
Por muchas cosas, por vocación, por influencia de un par de profesores en la universidad, por razones económicas y laborales… y especialmente porque me gusta inventar y contar lo que vivo, lo que veo y lo que escucho.
- ¿Cuál es la mayor diferencia entre las novelas de hace 20 años y las de ahora?
Se han roto muchos tabús: la virginidad, el machismo, la homosexualidad, la diversidad religiosa. La telenovela hoy en día se permite integrar temas que hace 20 años eran impensables. También se ha modernizado mucho la narración y se han logrado mezclas con otros géneros que la han hecho más diversa y atractiva. Hoy no se habla de un solo tipo de novela, se habla de novela cómica, novela musical, novela política, hasta novela esotérica. Con el tiempo el espectro se ha ampliado y diversificado y esto es señal de buena salud del género.
- ¿Existe una relación amor/odio entre la televisión y el cine?
En mi caso no. Por el contrario existe una absoluta y reconfortante complementariedad. Hay cosas que el cine (por extensión y por alcance) jamás podrá decir la tele. Y existen cosas que la tele (por las mismas razones anteriores y por sus circunstancias de recepción) jamás podrá decir y sí lo puede hacer el cine. Para una sociedad lo mejor que puede existir es un balance entre los dos medios. Contraponerlos como medios antagónicos es uno de los típicos lugares comunes de nuestra triste “inteligencia”.
- ¿Es la telenovela un reflejo de lo que somos como colombianos?
Depende de la telenovela. Una buena telenovela siempre reflejará su tiempo y su espacio. De hecho el éxito de una telenovela depende de la identificación que el público tenga con ella y esto solo se logra cuando el producto refleja acertadamente su entorno. Pero también existen malas telenovelas que no logran este objetivo.
- Tres elementos infaltables para construir una historia de amor.
Una pareja que al principio parezca imposible. Un contexto atractivo que los obligue a convivir a pesar de su diferencia. ¡Una alta, altísima dosis de humor!
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